se llamó caudillos a los distintos jefes de los ejércitos que combatían entre sí, y en particular a los que enfrentaron el centralismo de los gobiernos Éstos jefes militares utilizaban grados militares convencionales, sobre todo el de general o coronel. Tenían arraigo popular, y lograban reunir ejércitos de entre 500 y 7.000 hombres por su carisma y por la identificación con los intereses populares.
presidencialismo:
Se denomina república presidencialista o sistema presidencial a aquella forma de gobierno en la que, una vez constituida una República la Constitución establece una división de poderes entre el poder legislativo, el poder ejecutivo, poder judicial, y el Jefe de Estado, además de ostentar la representación formal del país, es también parte activa del poder ejecutivo, como Jefe de Gobierno, ejerciendo así una doble función, porque le corresponden facultades propias del Gobierno, siendo elegido de forma directa por los votantes y no por el Congreso o Parlamento.
El presidente es el órgano que ostenta el poder ejecutivo, mientras que el poder legislativo lo suele concentrar el congreso, sin perjuicio de las facultades que en materia legislativa posee el presidente.
La revolución mexicana tuvo varios caudillos, cada uno tenía su visión particular sobre los principales problemas de México y cómo combatirlos. El punto común de los diferentes caudillos era mejorar las condiciones de vida del pueblo, por lo menos eso buscaban al inicio de la lucha armada.
Entre los principales caudillos tenemos:
Emiliano Zapata: uno de los principales dirigentes de las masas campesinas, su lucha principal fue recuperar la tierra para los campesinos para asegurar mejores condiciones de vida para este sector vulnerable de la población. Su grito de guerra fue “Tierra y Libertad”. Nunca buscó el poder y menos ser presidente de México, estaba en desacuerdo con Venustiano Carranza a quien veía como un aprovechado de la lucha armada que sólo buscaba el poder personal.
Carranza planea una traición y asesinan a Zapato en Chinameca, en 1919. Con su muerte se pierde al principal defensor de la reforma agraria.
Francisco Villa: encabezó la lucha en el norte del país. Era un líder nato y gran militar, se unió a gente de ideales que lo ayudaron a construir un proyecto sobre el reparto de tierra. Francisco Villa fue asesinado en 1923 en Hidalgo del Parral.
Venustiano Carranza: a diferencia de Zapata y Villa, Carranza es un caudillo político, que sí busca ser Presidente de México y cree en la reforma del país mediante la elaboración de leyes y una Constitución acorde a los tiempos que se vivían. Su mayor logro fue la Constitución de 1917
Álvaro Obregón: es considerado como el último de los caudillos de la revolución, llego al poder en 1920. Para Obregón existían los oprimidos y los opresores. La reforma agraria y la democracia efectiva son los problemas más importantes a resolver.
Plutarco Elías Calles: con calles comienza la época de las instituciones y se pone fin al caudillismo, aunque irónicamente, Calles se convierte en un caudillo al gobernar a través de Presidentes elegidos por él. Calles fundó el Partido Nacional Revolucionario, así llegamos de los caudillos al surgimiento del PNR que después se convertiría en el PRI, el poder de Calles se prolongó hasta la presidencia de Lázaro Cárdenas, quien se opuso a Calles expulsándolo del país.
De los caudillos al surgimiento del PNR
Cuando en 1920 el presidente Álvaro Obregón asumió el poder del país, uno de sus objetivos fue reunir a todos los revolucionarios en un solo partido político.
El presidente estatal del PNR en Jalisco era Basilio Vadillo, quién también todo su apoyo al gobernador Cuéllar para realizar visitas a la mayoría de los municipios del estado para fortalecerse en la gubernatura. sin embargo, para 1930 el ex presidente Calles, quien continuaba manejando a su antojo la política del país, impuso como gobernador de Jalisco a Iganaciode la Mora, que no obstante, fue destruido casi de inmediato.
En 1929 se conformo en Querétaro la convención constitutiva de lo que sería el Partido Nacional Revolucionario (PNR) así como la proclamación de la candidatura presidencial de Pascual Ortiz Rubio.
En este año Jalisco se encontraba gobernado por José María Cuéllar, que como se indicó antes, contaba con el apoyo de Ortiz Rubio, lo que representaba una gran ventaja en esos momentos.
De los caudillos al surgimiento del PNR
Cuando en 1920 el presidente Álvaro Obregón asumió el poder del país, uno de sus objetivos fue reunir a todos los revolucionarios en un solo partido político.
El presidente estatal del PNR en Jalisco era Basilio Vadillo, quién también todo su apoyo al gobernador Cuéllar para realizar visitas a la mayoría de los municipios del estado para fortalecerse en la gubernatura. sin embargo, para 1930 el ex presidente Calles, quien continuaba manejando a su antojo la política del país, impuso como gobernador de Jalisco a Iganaciode la Mora, que no obstante, fue destruido casi de inmediato.
En 1929 se conformo en Querétaro la convención constitutiva de lo que sería el Partido Nacional Revolucionario (PNR) así como la proclamación de la candidatura presidencial de Pascual Ortiz Rubio.
En este año Jalisco se encontraba gobernado por José María Cuéllar, que como se indicó antes, contaba con el apoyo de Ortiz Rubio, lo que representaba una gran ventaja en esos momentos.
Nacimiento y evolución del Partido Revolucionario Institucional.
La conmoción causada por la muerte de Álvaro Obregón ocurrida en junio de 1928, llevó al entonces Presidente de la República Plutarco Elías Calles a plantear la urgencia de que el país dejara de ser un país de caudillos para pasar a ser una nación de instituciones; el camino entonces anunciado era la creación de un gran partido de alcances nacionales que aglutinara a todos los interesados en hacer política y organizara las elecciones garantizando la transición pacífica del poder presidencial, evitando los conflictos que de forma repetitiva se venían sucediendo a cada cambio de gobierno desde 1920. Así nació el Partido Nacional Revolucionario ( PNR ) el 4 de marzo de 1929, como una asociación de partidos y organizaciones políticas locales, regionales y estatales. El Gral. Calles presidió el nuevo instituto político, que tuvo que enfrentar la oposición proveniente de un sector del ejército que se sintió desplazado de la próxima sucesión presidencial, dando origen al último movimiento armado que cimbró los cimientos políticos, aún endebles del nuevo Estado mexicano. Dicha rebelión estalló el 3 de marzo de 1929, encabezada por los generales José Gonzalo Escobar y Manuel Manzo, a través del Plan de Guaymas. Este movimiento fracasó al no encontrar apoyo social suficiente, pero sobre todo porque los frutos de la obra material emprendida por los gobiernos de la revolución empezaba a ser palpable.
La conmoción causada por la muerte de Álvaro Obregón ocurrida en junio de 1928, llevó al entonces Presidente de la República Plutarco Elías Calles a plantear la urgencia de que el país dejara de ser un país de caudillos para pasar a ser una nación de instituciones; el camino entonces anunciado era la creación de un gran partido de alcances nacionales que aglutinara a todos los interesados en hacer política y organizara las elecciones garantizando la transición pacífica del poder presidencial, evitando los conflictos que de forma repetitiva se venían sucediendo a cada cambio de gobierno desde 1920. Así nació el Partido Nacional Revolucionario ( PNR ) el 4 de marzo de 1929, como una asociación de partidos y organizaciones políticas locales, regionales y estatales. El Gral. Calles presidió el nuevo instituto político, que tuvo que enfrentar la oposición proveniente de un sector del ejército que se sintió desplazado de la próxima sucesión presidencial, dando origen al último movimiento armado que cimbró los cimientos políticos, aún endebles del nuevo Estado mexicano. Dicha rebelión estalló el 3 de marzo de 1929, encabezada por los generales José Gonzalo Escobar y Manuel Manzo, a través del Plan de Guaymas. Este movimiento fracasó al no encontrar apoyo social suficiente, pero sobre todo porque los frutos de la obra material emprendida por los gobiernos de la revolución empezaba a ser palpable.
El primer acierto del nuevo partido fue la elección de Pascual Ortiz Rubio en 1929 para concluir el período constitucional ( primer sexenio ) iniciado el 1° de diciembre de 1928 y que Obregón no pudo cubrir dada su desaparición física unos días después de su triunfo electoral, y que terminaría el 30 de noviembre de 1934.
En 1933 el PNR sufría su primera transformación, pasando de ser una asociación de partidos, condición con la que había surgido, para convertirse en un verdadero partido político, donde quedaron inscritos sus miembros de forma individual; con esta reforma se eliminaban posibles rupturas hacia el interior motivadas por la elección de candidatos, estableciéndose además que la militancia en el partido sería la regla de oro para la selección interna. La evolución del partido continuó y el 30 de Marzo de 1938, bajo el gobierno cardenista, el PNR cambia su nombre y su estructura interna. Así nace el Partido de la Revolución Mexicana ( PRM ) con una estructura corporativa compuesta por cuatro sectores: obrero, campesino, popular y militar, que aseguraba el control del Estado sobre la sociedad. El nuevo partido nació con una fuerte influencia socialista, como queda claro en su lema: por una democracia de los trabajadores, acorde con la orientación ideológica del gobierno cardenista; sin embargo esta tendencia a la izquierda sería inadecuada en el sexenio siguiente encabezado por el general Manuel Ávila Camacho, quien consideró incongruente al partido con sus proyectos de unidad nacional; era necesario una nueva transformación acorde con los tiempos políticos, así el 18 de enero de 1946 el PRM se transforma en Partido Revolucionario Institucional ( PRI ). El cambio no sólo fue de nombre, pues se abandonaba la doctrina socialista, el nuevo lema indicaba claramente su nueva tendencia ideológica de centro derecha, democracia y justicia social, el sector obrero, antes pilar del PRM, era sustituido por el sector popular compuesto por la clase media, con un claro sentido capitalista más acorde con los proyectos económicos emprendidos por el Estado. Sin embargo no todo fue cambio, pues se conservaba su estructura corporativa, ahora integrada por el sector obrero, campesino y popular que se mantiene hasta nuestros días, aunque ya sin la fuerza que tuvo en otros tiempos.
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Karen Alejandra Ramírez Martin 3/B T/V